Con la llegada del mes de Abril llega una de nuestras citas más importantes que tenemos los peceños, y es la cita con nuestro Santo Patrón San Marcos. Llega el día grande para la Villa de La Peza, sus hijos esparcidos por la geografía española y fuera de nuestras fronteras, vuelven al amparo de su Santo patrón, vuelven a darle gracias por al menos vivir un año más nuestra fiesta grande, vuelven cargados deseos y peticiones, de promesas, que después de un años hay que cumplir.
Es 25 de Abril para mas seña, cuando todo se viste de gala, todo brilla mejor, y es que La Peza prepara, y nos preparamos todos, para vivir nuestra fiesta grande, nuestro Santo Patrón San Marcos, fiesta que con el devenir de los tiempos se ha ido manteniendo intacta, ayuno y abstinencia, marcan nuestro día grande, y que se ha ido pasado de padres a hijos de generación a generación. Y el Santo tan venerado, será el centro de nuestra atención en este día tan señalado en nuestro calendario, los hijos de este pueblo esparcidos por la geografía española y allende de sus fronteras acudirán como cada 25 de Abril, a darle gracias por el año vivido, gracias por los favores recibidos, a pedirle mas favores, que su intención no le falte a cada uno de los hijos de este pueblo, y a pedirle amparo y protección, que la mano de Dios nunca nos falte, que interceda en enfermedades, interceda en todas las intenciones que le serán presentadas.
Y desde muy temprano los cohetes se estrellarán en el cielo azul del mes de Abril, desde muy temprano retumbarán en los montes y pinares que rodean La Peza, y es que si algo hace único este día, es que, cada cohete que explota en nuestro cielo es una suplica, una acción de gracias, por algún favor concedido, y como no este día, es un día de ayuno y de abstinencia, como nuestros antepasados nos han ido inculcando, desde que en el siglo XVIII la Villa de La Peza, ayuno que hasta “los niños de teta” hacían. Este ayuno se impuso por el milagro, por la intercesión de San Marcos, de que librara al pueblo de la plaga de langosta que en esas fechas del siglo XVIII, asolaba la provincia de Granada, dicha plaga no entro, se cuenta que se quedó en el límite de La Peza, sobre Volota, por eso cuando se bendicen los campos en la puerta de la ermita, siempre mira San Marcos, hacia volota.
A las 11 de la mañana será el centro del día la Eucaristía, en honor de nuestro Patrón San Marcos, entorno a la Mesa de Cristo, nos reuniremos los cristianos de este pueblo, y compartiremos lo mas grande que tenemos los cristianos, que es el Cuerpo de Cristo.
Misa solemne, el olor a incienso inundará la nave de nuestra iglesia, humo que subirá hacia el Padre, llevando nuestra oraciones y suplicas, que serán intercedidas por nuestro Santo Patrón, esta misa es muy especial para el pueblo de La Peza, porque se reúnen en torno al Altar muchos hijos de este pueblo, que durante el año están fuera de nuestro pueblo.
Y después de la Santa Misa llegará el momento culmen de la mañana y el mas esperado, que es la procesión de nuestro venerado Patrón por las calles de nuestro pueblo, serán las doce del medio día más o menos, cuando el perfil de nuestro santo cruce el dintel de la puerta de la iglesia, entre vítores, cohetes y el sonido de las campanas se ponga en la calle, su figura se fundirán en una gran ovación, los hijos de este pueblo lo recibirán entre lagrimas en los ojos, nuestros muertos dejaran de estar tan muertos, porque en este momento muchos de nuestros muertos estarán en nuestra mente y nuestro corazón, para acompañarnos en tan esperado día.
Sobre lo hombros de sus hijos, empezará a caminar jubiloso y triunfante, el Gran San Marcos, que es el amparo y cobijo de este pueblo, intercesor ante Dios de este pueblo, entre vítores y cohetes enfilará la calle real, y poco a poco se irá encaminando por la calle del río, para seguir su camino por la calle de las eras, los cohetes no dejarán de fundirse en el cielo de tan brillante día, llegará a las eras y poco a poco el olor a pólvora inundará todo, serán muchas las personas que sobre sus hombros carguen a San Marcos, para así cumplir las mandas, o darle gracias, o para pedirle su intercesión.
En la puerta de la ermita y mirando hacia volota, se bendecirán los campos, ya quedan lejos los tiempos, en que también se llevaban animales para que fueran bendecidos también en la procesión. De regreso a la iglesia, poco a poco volverá a enfilar la calle de las eras, para llegar hasta la placeta de “Doña Ana”, y por la calle de la estación regresará por su calle, la calle San Marcos, hasta la iglesia.
Entre vítores y el himno nacional entrará en la iglesia, aclamado y jaleado, quedará junto a el altar y ya solo queda esperar el San Marcos de 2011.
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